domingo, 26 de mayo de 2013

Ruta a pie por las Hoces del Río Duratón

La histórica villa de Sepúlveda; la Septempublica romana, es la puerta de entrada al paraje natural de Las Hoces del Duratón. La ciudad se asienta en lo alto de los paredones calizos, y constituye uno de los balcones más privilegiados para observar el accidentado relieve del río, sobre las que vuelan los buitres leonados y el alimoche.

Hoces del Duratón


 Antes de emprender la ruta por las Hoces del Duratón, es aconsejable rendir homenaje a esta milenaria villa de origen romano, visitando los numerosos monumentos que en ella se conservan, dejados por los pueblos que a lo largo de los siglos, se instalaron en esta tierra. Rincones silenciosos, evocadores y románticos, calzadas y puentes romanos, santuarios rupestres de origen visigodo, castillos árabes, iglesias románicas y campanarios que se yerguen sobre el basto paisaje de la interminable llanura.
El río Duratón nace en las alturas de la Sierra de Guadarrama, en las cercanías del puerto de Somosierra, y se arrastra lento pero incansable por el sustrato calizo, y las despobladas llanuras de cereal de la provincia de Segovia, dando lugar a estrechos, sinuosos y profundos valles, donde se halla una riquísima vegetación de rivera y una abundante fauna.

Hoces del Duratón

En Sepúlveda se halla el centro de visitantes del Parque Natural del Duratón, donde además de información, se puede visitar una exposición sobre los aspectos geológicos, naturales e históricos de la zona.
Sepúlveda

Aconsejamos terminar la jornada frente a un exquisito asado de cordero en alguno de los restaurantes de la zona.

Como llegar: A Sepúlveda y las Hoces del Duratón, se puede llegar por la N-II, Madrid-Irún, cogiendo el desvío hacia Sepúlveda. Viniendo de la zona oeste de la Península se llega por Cantalejo, siguiendo la C-112.
Dificultad: La ruta no entraña ninguna dificultad, salvo que es larga. En la salida del cañón hay que salvar una pendiente de casi 100 metros, subida que se hace por una especie de escaleras talladas en la roca.
Duracion: Es aconsejable emprender la marcha a primeras horas de la mañana, ya que en esta época del año los días son cortos. En hacer todo el recorrido, incluyendo las paradas, se emplean unas ocho horas.
Distancia: Desde Sepúlveda hasta la presa del embalse de Burgomillodo hay 24 kilómetros, aproximadamente.
Época: Cualquier época del año es buena para hacer esta ruta por la naturaleza, si bien, el otoño es la estación más aconsejable, por el contraste de colores y porque es la única época en la que la ruta se puede realizar por la parte baja del cañón sin que ello suponga molestia para los buitres.
Equipo: Para realizar esta ruta por las Hoces del Rio Duratón, basta con unas simples botas de senderismo, algo de abrigo, un chubasquero y agua. Es recomendable llevar unos prismáticos para observar las aves y una cámara fotográfica.
Alrededores: En el cercano pueblecito del Duratón, que da nombre al río, se halla la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Esta es una auténtica joya del románico rural segoviano. La mísma, ésta situada en las afueras del pueblo, junto a una necrópolis visigoda. Su originalidad se manifiesta en la delicadeza y la expresividad con que están tallados los capiteles de la galería porticada, cuyos arcos se distribuyen a ambos lados de la puerta principal.
Observaciones: Para llevar a cabo la ruta, del 1 de enero al 31 de julio, es necesario obtener un permiso. Este se puede solicitar en el Centro de Interpretación del Parque, situado en la restaurada iglesia de Santiago, en Sepúlveda. Tfno 921 54 05 86.

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