Hoy no voy a hablar de una ruta como tal en si, sino de un pequeño paseo por el Parque del Monasterio de Piedra. Se encuentra situado entre las sierras del Sistema Ibérico, en el término municipal de Nuévalos, en la provincia de Zaragoza. La corriente del río Piedra ha modelado la roca formando lagos, grutas y cascadas de increíble belleza, como la impresionante Cola de Caballo de 50 metros que oculta una espectacular gruta natural.
El paseo por dentro del Parque es de unos 5 kilómetros, con continuas subidas y bajadas, parte de ellas por escaleras. A lo largo del paseo podemos contemplar numerosos saltos de agua y abundante y variada vegetación, necesitando una buena cantidad de minutos para conseguir con unas cuantas fotografías y vídeos llevar a casa el mejor recuerdo de estos paisajes. Pero ni mil fotografías ni cien videos igualan a lo que podemos experimentar cuando contemplamos las cascadas mientras nos salpica el agua, o recorremos las grutas bajo el sonido del agua.
Junto al parque se encuentra el Monasterio de Piedra, al que recomiendo ir con visita guiada. En su origen fue un castillo árabe que pasó a manos cristianas tras la Reconquista. A solicitud de D. Alfonso II de Aragón y su esposa Doña Sancha, en 1194 llegaron al antiguo castillo de Piedra Vieja trece monjes de la Abadía de Poblet para fundar, en los restos del castillo, el Monasterio de Piedra dedicado a Nuestra Sra. De Piedra
Para más información: http://www.monasteriopiedra.com/.
Tras la visita del Parque, del Monasterio, y un pequeño paseo por el pueblo de Nuévalos, lo ideal es alojarse en el Hotel del Monasterio. En una habitación sencilla con vistas al claustro que junto con los paseos por el interior del Hotel nos traslada varios siglos atrás, y es fácil imaginarse a los monjes en sus celdas y en las distintas dependencias del Monasterio: Ora et labora.
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